2008-04-08

El binomio del Éxito ante la Información


J. H. Shera presenta un artículo titulado “Cerebral foundations”; el cual cita en su obra: Los fundamentos de la educación bibliotecológica. En dicho artículo fundamenta la relación entre La Biblioteca y el Individuo y señala que […] Aunque la biblioteca es un [… instrumento] cread[o] para optimizar la utilidad de los registros gráficos para el beneficio de la sociedad, logra esa meta trabajando con el individuo […]. Por tanto el estudio propio del bibliotecario es el hombre; [su] sistema […] de comunicación, los modos en que aprende, su lenguaje, sus reacciones a la palabra registrada y la influencia del registro en su comportamiento. El bibliotecario como mediador entre el hombre y su registro gráfico, se sitúa en el punto en que el hombre y el libro se encuentran en una fructífera experiencia intelectual. Así, la educación del bibliotecario debe abarcar mucho más que una pericia técnica. Nadie puede negar que el bibliotecario debe “saber sobre libros”, pero debe saber mucho más que eso; en el más amplio y rico sentido debe ser una persona instruida. Es la interfase hombre-libro la que tiene la clave hacia una filosofía de la biblioteconomía y define el contenido intelectual de la educación bibliotecológica. El autor finaliza con la siguiente premisa a modo de pregunta: ¿Qué es un libro para que el hombre pueda conocerlo, y qué es un hombre para que pueda conocer qué es un libro?. [Al respecto indica que] esa es la cuestión filosófica dominante a la que la educación e investigación bibliotecaria debe dirigirse siempre.

En la obra de C. Mercader, la autora señala que la relación usuario-bibliotecario debe ser la que se establece entre un cliente y un profesional, [debido a que] el usuario se relaciona con el bibliotecario para que le proporcione un servicio, para que le resuelva un problema relacionado con la información que necesita utilizar con un determinado objetivo; por lo que este último deberá velar siempre por la ventaja del primero. Así, el bibliotecario tendrá que conocer bien las necesidades de información de su(s) usuarios(s) a través de los estudios que realice, los que aportarán los datos que llevarán a definir su perfil de intereses de información.

Y, al respecto de los perfiles de interés, la misma autora señala que dichos perfiles, dan la pauta al bibliotecario para satisfacer las necesidades de información de sus usuarios, por otro lado se da por sentado que debe conocer el manejo de las fuentes de información no importando el soporte en el que se encuentren.

2008-04-04

Definición de los Estudios de Usuarios

Sanz Casado, E. (1994, p. 31) señala que para definir "Estudios de Usuarios"; primeramente es necesario entender que es el "Uso de la Información" y, para entender este rubro, indica que Line, (1974) la define como: aquello que un individuo aplica efectivamente a algo inmediato y concreto". Por lo tanto, es, entonces, considerada positiva cuando satisface una necesidad o un deseo. Los usos de la información pueden ser indicadores parciales de demandas, las demandas de deseos, y los deseos de necesidades. La necesidad, cuando ésta no esta suficientemente clara, el uso de información es, quizá, uno de los pasos del proceso de transferencia de la información más desconocido. En este sentido, se conoce lo que un usuario solicita y obtiene de un centro de información, pero lo que, en muchos casos, no se sabe es el destino que ha dado a dicha información y la utilidad que ha tendido para él.
Algunos de los factores que intervienen en el uso de la información y que es interesante señalar por el papel que juegan a la hora de incrementar la utilizadión de este recurso, son:
  • La disponibilidad, calidad, coste y accesibilidad de la información
  • La experiencia y madurez del usuario
  • La especialización
  • El medio de trabajo
  • Factores personales; y,
  • La etapa del proyecto de investigación.

Definición de los Estudios de Usuarios:

El mismo autor señala que es evidente que se corre el riesgo de resumir en pocas palabras un sistema tan dinámico y completo, en el que intervienen un número importante de variables. Se pueden definir, como "el conjunto de estudios que tratan de analizar cualitativa y cuantitativamente los hábitos de información de los usuarios, mediante la aplicación de distintos métodos, entre ellos los matemáticos - principalmente estadísticos - a su consumo de información.

Lo que el bibliotecario necesita saber (en el 2008)


Colocar algunos de los puntos que Ustedes consideren sobre lo que el bibliotecario necesita saber en la actualidad.

2008-03-28

Antecedentes del Uso del Término


Cristina Mercader (1999, p. 32), realiza una síntesis que a continuación presento; menciona:



Las sociedades al hacerse sedentarias necesitan organizarse parala efectiva operación de ss elaciones humanas, creando los primeros registros gráfiocos para la transacción comercial, la administración del Estado y para la transmiisión de creencias a generaciones posteriores (Shera, J., p. 100). Siendo los primeros ususarios de la información documentada los mercaderes, el gobierno y los religiosos. Por lo anteior puede suponerse que las primeras bibliotecas fueron necesariamente archivos, como producto de la organición social.



Con el transcurso del tiempo, el contenido de los regisros se hace más amplio, haciendo también su aparición los nuevos usuarios: los eruditos, mismos qu pertenecían a la clase privilegiada; durante la época del manuscrito estos lectoresse encontraron con el problema de la insuficienia de copias y su localización.



En la época de los egipcios se crearon las casas de la vida, bajo el patrocinio de los faraones o personas acaudaladas, donde se escribian y guardaban los papíros, así como también era lugar de reunión para que los sabios se dedicasen al estudio, a la investigación, a la recolección de materiales, a mantenerlos en orden y ver que estuvieran disponibles para su uso. Dándose esta misma situación posteriormente en Europa (Curras, p. 66).



La fundación de monasterios en la Edad Media fue un refugio para los libros, más no para su difusión, dedicándose los monjes a copiarlos e ilustrarlos con letras artísticas y dibujos, permaneciendo un uso elitista de los mismos.



Con el advenimiento de la imprenta, no solo se resuelve el problema de la escasez de ejemplares, sino que para el siglo XVI es tal el volumen de la información registrada que los eruditos sintieron la necesidad de que esta fuera sistematizada.



La accesibilidad a los recursos gráficos durante finales del siglo XVIII y principios del siglo XVIII tiene como consecuencia el nacimienot de nuevas categorías de usuarios, un ejemplo es que al surgir las bibliotecas universitarias estas abren sus puertas a un variado grupo de estudiosos y profesionales. Lo mismo sucede en el siglo XIX inmeidatamente después de las revoluciones, tanto políticas como industriales creándose las bibliotecas públicas para el "hombre común". Reuniendo por primera vez a lo largo de la historia, a la sociedad civil con el "mundito" de los estudiosos privilegiados (Shera, J., p. 103).